Venezuela frente a las elecciones de Colombia
Política de Comercio Exterior: Caso Venezuela
El Mundo
Por Moisés Bittán
Es fundamental que Venezuela se incorpore nuevamente a la Comunidad Andina de Naciones, pues gracias a más de 30 años de trabajo, se logró armonizar con nuestros vecinos una serie de normativas, acuerdos y resoluciones que tendían a facilitar las relaciones económicas, políticas y culturales con países como Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia.
Se debe resaltar que la Comunidad Andina también apuntaló la posibilidad que un organismo multilateral como lo es la Corporación Andina de Fomento (CAF), pudiera obtener recursos financieros invitando a otros socios que no eran propiamente andinos, para poder financiar obras de infraestructura y proyectos para mejorar la calidad de vida de los habitantes del bloque andino.
La participación de Venezuela en otros nuevos bloques subregionales no debe ir en menoscabo de inclusión de los ya existentes cuando y más estos nuevos, carecen de múltiples elementos estructurales para generar beneficios afines a la CAN: países cercanos y bolivarianos también. Debemos adicionalmente reflexionar sobre las consecuencias negativas que ha representado para los venezolanos desincorporarse de la CAN e insistir adherirnos al MERCOSUR como miembros plenos sin tener las condiciones para interactuar adecuadamente, por cuanto nuestro tejido productivo se encuentra mermado y debilitado, agravado por la recesión económica prolongada que vivimos y algunos desequilibrios macroeconómicos agudos como la alta inflación. De cara al Mercosur el principal aporte que haríamos a dicho bloque es el de un potencial importador de sus mercaderías, pues ni la transferencia tecnológica y menos el flujo de capitales por parte de ellos están garantizados; por lo que reitero que entraríamos a dicha comunidad en una situación de minusvalía.
Es menester considerar que las diversas alianzas que conciba el estado venezolano, deben ir acompañadas de una serie de marcos jurídicos e institucionales que puedan coadyuvar a la mejora sustancial de los distintos aspectos de la vida nacional, y para ello el concurso de todos los sectores resulta insoslayable.
De allí la insistencia en que Venezuela vuelva a la CAN, para no perder los múltiples logros obtenidos con esa integración. Venezuela denunció el acuerdo en el año 2006, con lo cual se haría efectiva la plena desincorporación en año el 2011. Aun se está a tiempo para replantearnos la plena reincorporación y revertir esta inconveniente salida.
La CAN nos brinda múltiples beneficios y es el vehículo idóneo para ser solidarios con nuestros pares bolivarianos, andinos y suramericanos. Con Venezuela en la CAN, podríamos sostener una agenda aún más dinamizadora en bloques regionales como el naciente UNASUR.
Venezuela podría inspirar un liderazgo en este bloque subregional en la medida que su capacidad de reinventarse como país solidario con aquellos gobiernos que pudiesen disentir en las formas de ejecutar determinados planes de gestión.
Es imperativo reencontrarnos con la CAN: salvaguardemos todos los beneficios conquistados; desde los institucionales, jurídicos, económicos hasta los migratorios y ambientales.
La integración por conducto de la CAN no es más vivir de igual a igual con nuestros vecinos de forma armoniosa y provechosa para todos.