BRASIL – Economía del coloso del sur.

CHILE: mucho más que cobre, frutas y excelentes vinos.
ECUADOR: Industria, ecología e integración

El Mundo

Por Moisés Bittán

ECONOMÍA BRASILERA

Hablar sobre la economía de la República Federativa  Brasil es hablar sobre una de las economías más sólidas y próspera de América Latina y del Mundo.

De acuerdo con estudios económicos del Ministerio de Hacienda de ese país, el crecimiento económico será del 6,5 por ciento para este año, ubicándose en un promedio del 5,7 por ciento anual entre 2010 y 2014 y cuya previsión para la expansión del Producto Interior Bruto (PIB) entre este año y el 2014 constituye un significativo salto, teniéndose en cuenta que el crecimiento promedio de la economía brasileña fue del 3,6 por ciento anual entre 2003 y 2009 y del 1,7 por ciento anual entre 1998 y 2002 y haber superado la crisis económica global haciendo retraer el PIB en 0,2% en 2009 luego de haber aumentado en un 5,1% en el 2008.

Todo este análisis que hace el Ministerio de Hacienda de ese país indica que Brasil regresó rápidamente a un nuevo ciclo de crecimiento, siendo la economía de este país la primera de América Latina, la segunda de toda América y la octava a nivel mundial, según el Banco Mundial.

Con un PBI (Producto Bruto Interno) en valor de paridad de poder adquisitivo PPA de más de 2 billones de dólares para el 2008, considerando la población estimada para el año del 2008 (190 millones de personas), la renta per cápita ascendería por encima de $12 mil dólares. Las exportaciones brasileñas de más de 200 mil millones de dólares se encuentran entre las veinte más grandes del mundo. En los últimos años, el Brasil ha sido uno de los mayores beneficiarios del dinámico crecimiento mundial y ha acumulado riqueza exportando minerales, soya, café y carne de res a los países de Europa y de Asia. La popularidad del gobierno brasilero también subió a medida que el país creaba gentes y corporativas muy ricas pero por otra parte y al mismo tiempo expandía los programas de asistencia social para los pobres. Este país, cuya economía fue relativamente cerrada, ha logrado alcanzar unos US$200.000 millones en reservas el cual garantiza los pagos de bienes que importa y servicio de la deuda, logrando así una estabilización de su paridad monetaria.

POLITICAS ACERTADAS

Esto significa que la búsqueda de confianza de los mercados y de la estabilidad macroeconómica, puntos cardinales de la administración por el actual gobierno brasilero que preside Luiz Inacio Lula Da Silva, ha apuntalado la trayectoria de la economía brasileña, remolcada por el consumo interno y por las materias primas. La liquidación de las deudas externas y el control de la inflación son éxitos logrados por dicho gobierno, mientras las incógnitas actuales sobre el crecimiento se deben a la revalorización de la moneda local (real), al sistema de los suministros energéticos y a los efectos de la recesión estadounidense que incide directamente en su desempeño exterior. La aplicación de soluciones convencionales ha garantizado la consolidación de la economía y se ha mantenido bajo control el riesgo país.

Sobre las oportunidades de inversión en Brasil, el gobierno ha promovido e invitado a distintos empresarios extranjeros a invertir en el país, con la idea de que el Brasil es hoy y será en los próximos años un país de enormes desafíos, una nueva frontera de crecimiento económico, inclusión social y estabilidad política. En cuanto a la crisis ha manifestado que el Brasil entró en una crisis en una posición sólida, siendo los últimos países del mundo en entrar en dicha crisis y ha, ser de los primeras  los primeros en salir. Como resultado de este efecto, Brasil logró salir muy bien de la prueba, gracias a su menor dependencia de los europeos y de los estadounidenses debido a la «diversificación» de socios comerciales, incluidos China o sus vecinos de Sudamérica.

Este crecimiento se debe en gran medida al consumo interno, en un momento en que el 50% de las familias del país están actualmente consideradas «de clase media» y cada vez más personas abandonan el umbral de pobreza. El país se ha abocado en crear más de un millón de empleos en el presente año, presentar un estado financiero bastante saludable, incrementar el comercio y las inversiones, todo esto con una inflación controlada.

Respecto de la explotación de las enormes reservas de petróleo submarino descubiertas en los dos últimos años, esos recursos abrirá una nueva frontera energética en el mundo, lo que se desea es transformar la riqueza del petróleo en un nuevo impulso para el desarrollo del país.

Ciclo de crecimiento. Al preverse un crecimiento del 6,5% en el transcurso del presente año, el Brasil ha entrado en un nuevo ciclo de crecimiento, destacándose que dicho país está entre los países que más crecen en estos momentos, lo que se proyecta en convertirse en una de las cinco primeras economías en el mundo en el 2020. Ha soportado la crisis debido a varios factores como su «sólido sistema financiero» y precisó: «estamos en situación de poder inyectar crédito en la economía».

El país ha puesto muchas esperanzas  en la organización del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 que requerirán de grandes esfuerzos e inversiones para colocarla a pocos pasos de una nación desarrollada con bajos niveles de pobreza, los resultados en elecciones presidenciales del venidero octubre no representan un cambio en las líneas maestras de la conducción del país en la próxima década, lo que dejan patentado es la vocación democrática del pueblo del Brasil y la solidez institucional de este coloso del sur.