Escuelas KIPP: Mayor dedicación al Aprendizaje

Soportes al ecosistema emprendedor
Hoja de ruta a la escuela del siglo XXI

Las KIPP han constituido un cambio importante en las comunidades más desfavorecidas. Y, si bien deberá continuar mejorando sus programas, manifiestan que hasta los casos supuestamente perdidos merecen una oportunidad de progreso.

El lenguaje es una herramienta eficaz para reconocer y regular el pensamiento. Utilizar sólo el discurso para transmitir contenidos en la educación ha perdido su sentido en la escuela del siglo XXI. La interacción entre personas es necesaria para aprender con éxito: es el paso previo a la interiorización. Utilizado por las escuelas KIPP de Nueva York, han logrado que cientos de alumnos consigan acceso a la educación superior e incluso a graduarse, situación que hubiese sido más difícil solo con la educación tradicional.

Las escuelas KIPP son instituciones que están proliferando en EEUU, y que tienen como fin integrar a los estudiantes con su entorno más cercano (padres, profesores y personal del plantel) y crear una cultura de progreso y apoyo, busca el compromiso, el tiempo y el esfuerzo de los estudiantes por conseguir un objetivo. Para esto, es fundamental el poder de decisión que deben tener los directores que las dirigen, tanto a nivel económico como del personal a su cargo, esto les da la libertad de innovar cuando lo consideren necesario.

Consigue, con relativa facilidad, que estudiantes procedentes de sectores deprimidos o familias disociadas, sin un futuro alentador en su horizonte, se conviertan en excelentes estudiantes. Muchos de estos estudiantes, de hecho, son capaces de ingresar en universidades de prestigio del país. El secreto de las KIPP es: fomentar el autocontrol y la adecuada gestión de los estudiantes con sus entornos.

Las escuelas KIPP aplican una educación que consiste en – valga la redundancia – aprender a aprender. Destaca por el plan de formación a sus profesores, por el seguimiento y la relación especial que establecen con las familias y por una serie de elementos que hacen de la convivencia un impulsor del pensamiento y no un obstáculo. La piedra angular que los sostiene es una gradual y sistemática guía para ayudar a los alumnos a pensar. Pensar del mejor modo y en todo momento, pero siempre en comunidad, ayudados por el profesor, por los alumnos y por la visualización y la representación del pensamiento a través de múltiples lenguajes.

Las siglas de KIPP significan en Inglés Knowledge is Power Program, algo así como el Programa donde el Conocimiento es Poder. El conocimiento es el poder que guía a sus adolescentes a la Universidad, pero antes de emprender el viaje diseccionan el pensamiento con la precisión de un cirujano. Abren la mente y eligen con mucho cuidado cómo pensar de mejor modo. Pensar eficaz y eficientemente hace del conocimiento el mayor empoderamiento conocido.

Si lo comparamos con el modelo educativo tradicional, es muy común que los estudiantes tengan tiempo libre después de las clases, y cuando llegan a sus hogares vuelven a compartir en muchos casos en ambientes de alta vulnerabilidad. Pero los alumnos de escuelas KIPP tienen un ritmo de vida mucho dedicado al estudio y a sus objetivos académicos a largo plazo.

Esta burbuja elimina los aspectos negativos que puede provocar el ambiente en los niños y por ello, las KIPP resultan como una especie de escape a la realidad en las que están inmersos. A los alumnos no se les cobra mensualidad y tampoco se les realiza prueba de admisión, todos son bienvenidos a participar.

Otro punto fundamental de la red, es que a cada miembro de la comunidad se le hace firmar un compromiso de excelencia en el que se estipula que se hará todo lo posible para llegar a la educación superior y graduarse en ella.

La disciplina es muy formal y rigurosa. Los alumnos caminan por los corredores en filas y tienen que respetar el protocolo SSLANT que son las iniciales de la traducción del inglés de “sonríe, siéntate derecho, escucha, haz preguntas, asiente y sigue con los ojos a quien te habla”.

El régimen académico es estricto, como en el sistema asiático. (Los japoneses en promedio estudian 243 días al año, los surcoreanos 220 y estadounidenses solamente 180). El día escolar va de 7:30 AM hasta las 5 PM, después de lo cual tienen tareas en grupos, deportes u otras actividades dirigidas que pueden estirar el día escolar hasta las 7 PM. Llegados a casa, tienen unas 2 a 3 horas adicionales de tareas. Cada dos sábados tienen clases de 9 a 1 PM y en las vacaciones de verano tienen 3 semanas adicionales de clases de 8 AM a 2 PM. Así, llegan a 60% más tiempo dedicado al estudio que las escuelas públicas tradicionales, lo que les permite cumplir con creces los programas de cada grado, pero tomándose el tiempo necesario para detenerse lo suficiente en cada tema para entenderlo bien sin que nadie se quede rezagado. Así, ni profesores ni alumnos se sienten presionados y hay una atmósfera de estudio más relajada.

Las KIPP tienen como misión: crear una red nacional de escuelas públicas respetadas e influyentes que tiene éxito en ayudar a alumnos de comunidades en desventaja educativa a desarrollar los conocimientos, habilidades, carácter y hábitos necesarios para tener éxito en la universidad y el mundo competitivo más allá de ella. Su visión: llegará el día que todas las escuelas públicas ayudarán a los niños a desarrollar los conocimientos, habilidades, carácter y hábitos necesarios para lograr sus sueños a la par que hacen de este un mundo mejor.

Las KIPP han constituido un cambio importante en las comunidades más desfavorecidas. Y, si bien deberá continuar mejorando sus programas, manifiestan que hasta los casos supuestamente perdidos merecen una oportunidad de progreso. Han demostrado que la escuela funciona en la medida que haya más de ella. Los alumnos no necesitan gran infraestructura nueva, amplios campos deportivos, computadoras, clases más pequeñas, profesores supracualificados, cocientes intelectuales más elevados, etc. Lo que necesitan es el adecuado estímulo y más tiempo sustancioso para formarse asertivamente y así poder triunfar en la vida adulta.

Moisés Bittán
@moisesbittan
Director de Finantop