Reciclaje y Sostenibilidad
Ley para las empresas de tecnología financiera
Las advertencias del presidente Donald Trump durante su campaña y, posteriormente ganadas las elecciones, respecto a revisar los Tratados de Libre Comercio (TLC) o gravar a las compañías de su país que decidan instalar plantas o generar empleos en otras latitudes, ha preocupado a muchos agentes económicos.
Varios países latinoamericanos tienen como su principal socio comercial a Los Estados Unidos, tanto así que su relación economía considera a dicho país como una actividad complementaria a sus sistemas económicos propios.
Durante su campaña, el presidente Trump repetía antes de ganar las elecciones que revisaría el tratado de libre comercio de EE.UU. con México y Canadá, conocido en su acrónimo en inglés NAFTA, y cobraría un impuesto adicional a las empresas estadounidenses que instalen nuevos centros fabriles en terceros países como en su vecino del sur. Esto ha causado problemas a muchos países relacionados con sus perspectivas de su comercio exterior, como el caso de México, ya que algunas transnacionales han tenido que paralizar importantes inversiones para construir plantas manufactureras en ese país, como lo ocurrido a varias ensambladoras automotrices.
Las advertencias del presidente Donald Trump durante su campaña y, posteriormente ganadas las elecciones, respecto a revisar los Tratados de Libre Comercio (TLC) o gravar a las compañías de su país que decidan instalar plantas o generar empleos en otras latitudes, ha preocupado a muchos agentes económicos y, en especial, a países que tienen a Estados Unidos como su principal socio comercial.
Esto ha surgido tensiones que más afectan al comercio global. Lo cierto es que la economías de nuestra región se han visto impulsada a buscar nuevos mercados y valorar el potencial de sus pares en la región y profundar sus intercambios comerciales con el continente asiático.
A pocas semanas del inicio de su mandato, Trump firmó la orden ejecutiva de retirar a EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, conocido por sus siglas en inglés de TPP y firmado por 12 países, incluidos México, Perú y Chile. Y está en miras de revisar otros pactos comerciales con países de la región.
Desde antes de su investidura como Presidente, y temiendo que ante una decisión de Trump de hacer un giro radical en la política comercial que perjudique sus exportaciones, se han promovido distintas reuniones entre empresarios de países latinoamericanos con la estadounidense en búsqueda de mecanismos, soluciones y posibles alianzas para aminorar los efectos negativos de la política comercial del gabinete de Trump, a su vez de fortalecer los encadenamientos productivos intrarregionales.
El pasado 29 de abril se cumplieron los primeros 100 días del gobierno de Trump, Este período permite inferir en la esfera de la política para delinear la capacidad y eficiencia mediante la ejecución y puesta en marcha de los planes y promesas de su campaña. Es el marco de referencia para dar una idea de lo que podría venir en materia de políticas públicas que afectarán la vida nacional e internacional del país en cuestión. En el caso del presidente Donald Trump, estos primeros 100 días han sido paradójicos. Él y su equipo han confrontado la realidad. Una cosa es lanzar consignas, amenazas y repetir frases mediáticas y otra es negociar con todos los actores políticos, económicos, sociales, grupos de presión y de interés en los Estados Unidos y en el mundo. El líder republicano pretendía abordar la presidencia estadounidense como a una gran empresa. Sin embargo, tuvo que admitir que no es así. Admite la gran magnitud y complejidad que representa la conducción de su país.
La Casa Blanca destaca que Trump firmó 32 órdenes ejecutivas, o decretos presidenciales en sus primeros 100 días de gobierno. Pero esos decretos distan de ser iniciativas osadas como las que prometió durante su campaña electoral. Algunas órdenes ejecutivas son apenas solicitudes de estudios y hacen pensar que el equipo de Trump todavía está tanteando el impacto de sus decisiones y cómo calibrar con un Congreso que no le da garantías de aprobación a sus iniciativas sustanciales a pesar de que cuenta con la mayoría del partido republicana en ambas cámaras.
El Brexit y la política del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald, son un foco de incertidumbre para las empresas latinoamericanas con vocación internacional, pero también esta coyuntura representa una oportunidad de negocio por el reacomodo de los de los fundamentos de los negocios según la nueva lógica de la geopolítica de los dos colosos angloparlantes. Las industrias asociadas a la extracción y procesamientos de materias primas, el turismo, la manufacturas, y los servicios son las que ofrecen mejores perspectivas para nuestras empresas regionales. De persistir el endurecimiento de las relaciones comerciales por parte de los Estados Unidos, esto puede suponer una nueva oportunidad para que los países latinoamericanos extiendan y refuercen los lazos comerciales con otros países y reduzcan su dependencia con la potencia norteamericana.
Sin embargo, llegan buenas noticias. Un escenario de máximos históricos para la Bolsa estadounidense, Algunas gestoras de fondos de inversión colocan su mirada de nuevo en Latinoamérica. El FMI pronostica que la región vuelva al crecimiento económico moderado tras dos años de desaceleración. El organismo internacional prevé que la economía regional se expandirá 1,1% en 2017 y 2% en 2018. Los analistas han detectado que la inversión está recuperándose en la región, gracias, en gran medida, a la estabilidad de los mercados de materias primas. Asimismo, destacan el viraje político que se ha producido en la región, en países como Argentina y Brasil, que se ha traducido en una mayor confianza de los inversores. Varios analistas consideran que el efecto que tuvo sobre los mercados y el valor de las divisas la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos se ha aminorado. Nuestras economías deben repasar la lectura de los recientes acontecimientos y asumir el mantra que solo se pueden consolidar el comercio exterior explorando nuevos mercados por más remotos que estén y, cuyas lenguas y culturas sean distintas a las nuestras.
@moisesbittan
Director de Finantop