DEMOCRACIA: Comercio exterior e Inversiones extranjeras
RUSIA: del comunismo a la comunión económica.
Las Pequeñas y Medianas empresas, conocidas popularmente con la nomenclatura “PYMES” cumplen un importante papel en la economía de todos los países. Las principales razones de su existencia son 1) Realizan productos individualizados en contraposición con las grandes empresas que se enfocan más a productos más estandarizados. 2) Sirven de tejido auxiliar a las grandes empresas, pues gran parte de las mismas se valen de empresas subcontratadas menores para realizar servicios u operaciones que de estar incluidas en el tejido de la gran corporación redundaría en un aumento de costos. Y 3) Existen actividades productivas donde es más apropiado trabajar con empresas pequeñas, este sería el caso de las cooperativas agrícolas por ejemplo. Una de las grandes ventajas comparativas de las PYMES es su capacidad de adaptación rápidamente a los cambios en su estructura productiva según el entorno y el mercado al que sirve se lo exija.
La globalización de las economías nacionales en un proceso que pareciera tornarse irreversibles, ya que el comercio nacional se está expandiendo cada día más con un número elevado de países que se incorpora al intercambio internacional de mercancías y servicios de acuerdo a sus ventajas y necesidades. Cada país tiene su cultura e ideología, y como es de saber, las fronteras de las mismas de cada una de las naciones no han sido derribadas, En tal sentido, de acuerdo a sus necesidades en el intercambio de bienes y servicios y de protección local, se ven la necesidad de unirse en bloques regionales con países vecinos o afines políticos, sociales y culturales.
El Rol de la PYME en las economías emergentes.
Las oportunidades ofrecidas a la PYME por el proceso de globalización no implican la falta de consecuencias negativas para la supervivencia de muchos de ellos, que se han visto forzados a enfrentar gradualmente los programas de ajustes macroeconómicos, para realizar una apertura de sus mercados a la competencia internacional. A veces las economías emergentes no han deliberado y voluntariamente sus economías al comercio internacional. Los procesos de apertura han permitido revitalizar el debate sobre el rol del estado en la economía de los países, el subsidio a los servicios públicos y el financiamiento del gasto público, no hay actividad social, cultural, política y económica de los países que no esté sometida a una controversia ideológica en este sentido.
El PYME en su rol no podía escaparse de esta cruzada de discusión, polarizándose los planteamientos entre los que argumentan la necesidad de contar con una protección del estado por vía del financiamiento preferencial, la asistencia tecnológica, etc. Los que buscan esta fuerza de mercado decidirán sobrevivir como empresa.
La aplicación del Benchmarking en la política industrial para la PYME
Desde el punto de vista empresarial, el benchmarking es aquel que impulsa a los directos de las organizaciones a mirar hacia sus competidores iguales o mejores que ellos, para así utilizar el saber colectivo de estas entidades para fortalecer la suya, ayudándoles a realizar saltos cuantitativos en sus actuaciones, en vez de mejoras graduales. Puede aplicar a las políticas industriales dirigidas a las pequeñas y medianas empresas de los países en vías de desarrollo que desean y aspiran a elevar la competitividad en el sector económico.
Los procesos de modernización y restauración industrial especialmente en América Latina han sucedido desde los años ochenta, pero han sido más por las consecuencias que por las causas de procesos de apertura. En Venezuela hay que añadir que el efecto petrolero ha influenciado en forma determinante en la economía del país, presionando en muchos casos la sobrevaloración de la moneda que, aunado a la ausencia de políticas de diversificación de las exportaciones les ha restado fuerza a la producción nacional con potencial exportador.
Las políticas públicas dirigidas a la PYME.
Han sido diferentes las modalidades de las políticas públicas que aplica un país y que están dirigidas a la PYME. Las mismas se pueden agruparse en tres categorías:
a) Mayor énfasis en la intervención estatal. Cuyas medidas obliga a las empresas grandes a adquirir bienes y servicios ofrecidos por la PYME, siendo esta práctica muy común en la industria automotriz donde se experimentó con una amplia gama de países y luego la abandono. Otra forma de intervención estatal, es la del financiamiento directo con ciertas preferencias en las tasas de interés y en los períodos para el repago de los créditos. (Inapymi, Fondo Bicentenario, Banca Pública, entre otros).
b) Las que incentivan el rol del mercado tutelado por el estado. La intervención del estado es menor y está orientada a facilitar e incentivar el desarrollo de mecanismos de ayuda a las empresas pequeñas por parte de las empresas grandes, en lo que respecta en el mejoramiento tecnológico, asistencia técnica adecuada, etc.
c) Las que reducen la intervención del estado. Se encuentra dirigida a la PYME al minimizar el rol del estado y donde propone una consecución de la ayuda hacia este sector en las fuerzas del mercado.
Si partimos del postulado que el objetivo de la política económica es generar el mayor bienestar material posible a todos los componentes de la sociedad las PYMES son la genuina expresión de la iniciativa popular para generar y distribuir riquezas. De allí que no podemos sustraernos al impacto que tienen las estatizaciones que en estos tiempos se vienen ejecutando de empresas sólidas y socialmente comprometidas con la comunidad que impactan positivamente a las PYMES, estas medidas deben ser considerado con sumo cuidado pues más bien se pueden obtener en mediano plazo efectos contrarios a los esperados como lastimosamente se han visto en muchos casos recientes.
Las PYMES venezolanas son el semillero de grandes emprendedores pues en ellas se incuban las más creativas iniciativas del fomento empresarial. Debemos desde todos los sectores incentivarlas. De lograrse ampliar la base de números de PYMES rentables orientaremos nuestra economía por la senda de la competitividad y la diversificación, capaz de instituir los vínculos que necesitamos con la economía global para convertirnos en un país de primer mundo.