Turquía: diversidad y apertura euroasiática hecha potencia

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Publicado por El Mundo

En el pasado reciente, Turquía y Venezuela han tenido un acercamiento y sus respectivos gobiernos han suscrito acuerdos de cooperación, a través de sendos memorandos de entendimiento para establecer mecanismos de consulta política entre las cancillerías, buscando fortalecer e intensificar las relaciones políticas y de cooperación mutua.

En tal sentido, ha sido beneficioso el incrementar las relaciones bilaterales. Turquía posee un alto nivel de industrialización y está insertada geoestratégicamente entre Europa y Asia, y a través de las empresas turcas en el área de hidrocarburos, se abrió la posibilidad de su participación, en bloques, sobre un sector de la Faja Petrolífera del Orinoco, así como la cooperación en el área de la refinación en el país euroasiático y el suministro de productos para dinamizar dicha economía, los cuales incluyen hidrocarburos y el coque que produce Venezuela para generación eléctrica.

Turquía requiere de recurso energético para el continuo desarrollo de sus industrias.

Esta nación ha estado participando en la construcción de viviendas en nuestro país. Igualmente, lo ha hecho en iniciativas de intercambio cultural y, hace pocos meses, ambos países firmaron un memorando de entendimiento para establecer vuelos entre Caracas y Estambul.

Turquía, ubicación, idiosincrasia y logros económicos y sociales

Debido a su posición estratégica, entre Europa y Asia, así como entre tres mares, extendiéndose por toda la península de Anatolia y Tracia en la región de los Balcanes, Turquía ha sido una encrucijada histórica entre las culturas y civilizaciones orientales y occidentales. Ha sido el hogar de varias grandes civilizaciones y el lugar en el que muchas batallas entre las mismas tuvieron lugar a lo largo de la historia. El país influye en la zona comprendida entre la Unión Europea, Asia Central, Rusia y Oriente Medio, por lo que ha adquirido cada vez más importancia estratégica.

Su población, a finales de 2011, se situó en casi 75 millones de habitantes con una tasa de crecimiento de 1,35% para ese año.

La ciudad de Estambul es de las más pobladas de Europa. Sin embargo, la capital administrativa es Ankara. La mayoría de sus habitantes es de origen étnico turco. Otros grupos étnicos importantes son kurdos, circasianos, zazas, bosníacos, georgianos, laz, gitanos, árabes, y las tres minorías reconocidas oficialmente (por el Tratado de Lausana), los griegos, los armenios y los judíos.

Debido a la demanda de mano de obra de trabajo después de la Segunda Guerra Mundial en Europa, muchos ciudadanos turcos emigraron a Europa occidental. Hoy día, Turquía ha recibido numerosos inmigrantes, especialmente desde la caída del Muro de Berlín y el consiguiente aumento de las libertades religiosas.

Turquía es una república democrática, secular, unitaria y constitucional, cuyo sistema político instituido desde los tiempos de Mustafa Kemal Atatürk, ha mantenido un acercamiento con Occidente a través de la afiliación a organizaciones como el Consejo de Europa (1949), la Otan (1952), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde, 1961), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (Osce, 1973) y el G-20 (1999). Además, pertenece al acrónimo Civets (mercados emergentes de Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica).

Turquía comenzó las negociaciones para la adhesión plena a la Unión Europea en 2005, después de haber sido miembro asociado desde 1963, y habiendo llegado a un acuerdo de unión aduanera en 1995. Mientras tanto, ha seguido fomentando estrechas relaciones políticas y económicas con el mundo islámico, especialmente con los estados de Oriente Medio, Asia Central y Asia Oriental.

Por su ubicación estratégica, es clasificada como potencia de ámbito regional por políticos y economistas de todo el mundo.

Turquía ha ido abriendo progresivamente sus mercados a través de reformas económicas con la reducción de controles gubernamentales sobre el comercio exterior y la inversión, la privatización de industrias públicas y la liberalización de muchos sectores de bienes privados, trayendo en consecuencia la reducción de la inflación a un dígito, la atracción de inversiones extranjeras y la disminución del desempleo.

La tasa de crecimiento del PIB a 2010 fue de 7,3%, es una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo desde hace unos 10 años. El sector agrícola representa 9% del PIB; el sector industrial, 26%; y el de servicios, 65%. La industria del turismo ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos veinte años, y constituye una parte importante de la economía. Otros sectores claves de la economía turca son la banca, la construcción, el automóvil, la electrónica, el textil, la refinación de petróleo, los productos petroquímicos, los alimentos, la minería, el hierro y el acero, la industria y la maquinaria.

Turquía ha tomado ventaja de una unión aduanera con la Unión Europea, firmada en 1995, para aumentar su producción industrial destinada a las exportaciones, mientras que al mismo tiempo se beneficia de las inversiones extranjeras originarias de la UE. A 2010 las exportaciones ascendieron a $ 117.400 millones, mientras que las importaciones se situaron en $ 166.300 millones.

Después de años de bajos niveles de inversión extranjera directa, Turquía ha logrado atraer una cifra significativa de recursos y espera incrementarla en los años siguientes. Una serie de grandes privatizaciones, la estabilidad propiciada por el inicio de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, el fuerte y estable crecimiento y los cambios estructurales en la banca y telecomunicaciones han contribuido a un aumento de la inversión extranjera al país, lo que le ha permitido desarrollar su economía considerablemente. Si el camino de apertura ha potenciado el progreso de Turquía, cuánto y más lo haría en Venezuela.