La riqueza en las naciones: libertad y motivaciones

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«Hay que considerar que el trabajo tiene un precio real y otro nominal»

El mercantilismo fue la corriente de filosofía económica predominante en Europa durante la etapa de conformación de algunos de sus principales Estados (siglos XV al XVIII). Tenía como interés en la economía local la obtención de superávit en sus cuentas externas en todo momento, usando como práctica el de prohibir exportar oro – recordemos que este metal era el patrón que respaldaba el dinero y otros instrumentos afines como pagarés y letras -, crear obligaciones a las empresas de exportar bienes elaborados para poder importar cualquier insumo, establecer acuerdos comerciales entre agentes económicos nacionales para promover el mercantilismo, etc, incluía el fomento de la marina mercante y las compañías comerciales, el desarrollo industrial a través de elevados niveles de proteccionismo, la atracción de mano de obra calificada y de desarrollos tecnológicos, para la época, hasta la generación de empresas productivas algunas de ellas de propiedad estatal.

Este conjunto de prácticas intervencionistas fue criticado posteriormente por la escuela clásica del momento. David Hume por la teoría monetaria de la inflación, y Adam Smith por su parte, admitiendo que dicha riqueza se generaba a través del trabajo y no la acumulación del oro. El mercantilismo tenía en cuenta que el dinero no es solo un mero medio para el intercambio, sino la materialización de un poder social, y en aquellos tiempos, el oro y la plata constituía un medio de pago aceptado internacionalmente, y para obtenerlo, la nación tenía que desarrollar una economía capaz de obtener permanentemente superávit externos para ser poderosa. Una nación con una débil inserción internacional acumulará déficit a merced de las naciones acreedoras.

dinero_mundo_02_lcLa Riqueza de las Naciones, de las primeras grandes obras escritas economía, donde Smith examina diferentes sistemas de economía política, en particular el mercantilismo y la fisiocracia, desarrolla teorías económicas sobre la división de trabajo, el mercado, la moneda, la naturaleza de la riqueza, el precio de las mercancías en trabajo, salarios, los beneficios y la acumulación del capital.

La División del Trabajo explica que el aumento considerable de productos que un mismo número de personas puede confeccionar procede de tres circunstancias distintas: mayor destreza de cada operario en particular, ahorro de tiempo invertido por pasarse de una ocupación a otra y de la intervención de un gran número de maquinarias correctas para un determinado trabajo, que al ser manejado por un trabajador especializado, mejorar la productividad.

Una vez implantada la división de trabajo, en el intercambio de bienes se requiere usar un bien económico que facilite el intercambio que ha dificultado el trueque. En tal caso, todos los países resolvieron dar preferencia el uso de metales: el oro y la plata, sobre todas las demás mercaderías, por ser menos perecederos y además se podían dividir en las partes que quisiera. Se implementó el sello público sobre aquellos metales que acostumbraban a usar naciones para comprar todo tipo de mercaderías, dando origen a la moneda acuñada, cuya emisión fue hecho en establecimientos públicos llamados «Casas de Moneda», convirtiéndosela moneda en instrumento universal de comercio en todas las naciones civilizadas.

Otro punto tratado es el precio real y precio nominal de las mercancías, de su precio de trabajo o de su precio de moneda. El valor de cualquier bien es igual a la cantidad de trabajo que pueda adquirir por mediación de ese bien. El oro y la plata, como cualquier otro bien, fluctúan de valor; por esto no puede ser una medida exacta. En cambio, iguales cantidades de trabajo tiene el mismo valor para el trabajador en todo momento.

El trabajo tiene un precio real y otro nominal. El precio real consiste en la cantidad de bienes necesarios y convenientes que mediante él se consiguen, y el nominal, la cantidad de dinero. Por lo tanto, el trabajador es rico o pobre en proporción al precio real del trabajo que ejecuta.

Smith describe los elementos componentes del precio de un bien, además de contener cantidad de trabajo, en sueldo y salario, así como el mayor esfuerzo requerido, producto del ingenio y destreza, también contiene un componente de beneficio como retorno al empresario. Estos se regulan enteramente por el valor del capital empleado y son mayores o menores en proporción a su cuantía. El beneficio de capital forma parte del precio de las mercancías y difiere enteramente a los salarios del trabajo. Adicionalmente aparece un tercer componente: la renta pagada por el uso de los medios de producción.

En el tratado sobre el Precio Natural y el Precio Efectivo: cuando el precio de un bienes suficiente para pagar la renta, salarios y cúbralos beneficios del capital empleado, de acuerdo con sus precios corrientes, el bien se vende por un precio natural, lo que realmente cuesta. El precio efectivo es el precio de mercado, pudiendo coincidir o no al precio natural.

Smith describe la metáfora de la mano invisible, explicar el rol beneficioso que tiene el interés personal, en la sociedad en general. Los individuos al buscar la satisfacción de sus necesidades propias benefician a la sociedad en su conjunto, como una consecuencia indirecta de sus acciones. Según Smith, el mecanismo del mercado se encarga de armonizar los variados intereses de sus participantes por medio de las señales del sistema de precios, el cual es fundamental para que todo el sistema funcione apropiadamente.

Visto desde la perspectiva de la generación de riqueza y progreso. El interés personal y la libertad de asociación, Son el gran acicate para que cualquier individuo pueda incursionar en aquella actividad que desee sin más limitaciones que las establecidas por el ordenamiento jurídico. Estas motivaciones son primordiales para comprender los valores que subyacen en los sistemas económicos progresistas, solidarios y sustentables.