Escenario económico para el 2011
Relaciones económicas de Venezuela y Colombia
El Mundo
Por Moisés Bittán
Comienzan ya a perfilarse ciertos aspectos sobre el devenir económico, político y social del país durante este año. El acontecimiento más destacado es la fecha de las elecciones presidenciales y sus repercusiones en todos los ámbitos del acontecer nacional particularmente por las profundas implicaciones que estos resultados entrañan en un país polarizado y fuertemente marcado por las políticas públicas y las contiendas electorales.
Las perspectivas sociales seguirán marcadas por la polarización que ha caracterizado al país en los últimos años, con mayores demandas por reivindicaciones sociales, laborales y educativas; con el avance en la implantación del modelo político-institucional y las principales implicaciones que tales eventos plantean para el sector productivo nacional; marcando el camino con la imposición del Estado Comunal para la consolidación del modelo hegemónico y socialista. El mayor reto del sector privado será la identificación de aquellas fortalezas que les ayuden a supervivirlo, lo cual, seguramente implicaría, entre otros aspectos, la redefinición de sus alianzas con las comunidades y otros actores sociales.
En el ámbito económico, las cifras de inflación, paridad cambiaria, precios del petróleo y nivel de endeudamiento, son elementos relativamente predecibles pero sus implicaciones – salvo el mercado de hidrocarburo – no son nada halagadoras. Todo indica que, en el contexto de un año electoral, el gasto público seguirá siendo la principal variable que marque la dinámica económica. Como se espera un nivel de gasto acelerado, no es para nada descartable, aunque poco probable por el costo político y en la formación de precios que ello implica, una nueva devaluación del tipo de cambio, que le permita al gobierno, equilibrar sus arcas aunque en perjuicio del circuito económico. Ciertamente, la necesidad de devaluar irá en relación inversa con la evolución del mercado petróleo internacional, que se espera, sigan en un nivel elevado como el del último trimestre del 2011. Sobre los niveles de endeudamiento, y a pesar que el gobierno insista en que con respecto al PIB son adecuados, este ha comenzado a ser una variable de preocupación para los analistas de allí seguramente surgirá la nueva política evitar mayores niveles de endeudamiento en divisas, porque en un contexto de precios petroleros elevados, los niveles presentados son injustificados y ciertamente el dólar estadounidense seguirá manteniendo su tendencia a revaluarse. La economía venezolana para este año 2012 posiblemente crecerá en niveles similares a los del año 2011, no por razones de mejora en la producción o por el fomento de nuevas fuentes de inversión, sino por el aumento del gasto público y la liquidez monetaria, justificado nuevamente por razones políticas coyunturales para generar una sensación de falso bienestar que por motivos económicas sostenibles en el tiempo.
De acuerdo a cifras preliminares anunciadas por el BCV, el PIB creció 4%. Sin embargo, dicho crecimiento se ha fundamentado en el consumo, dependiendo altamente del gasto público y no de la inversión. Para este año se estima un comportamiento similar, con un alto consumo público producto del año electoral y un escenario de las exportaciones petroleras favorable y poca inversión especialmente en el sector no petrolero. Con respecto a la inflación, el resultado del 2011 cerró en 27,6%. Con estos resultados, el país cierra el año con la segunda inflación más alta del mundo, precedido por Etiopía, con 31,5%. Entre los registros de los principales socios comerciales destacan Estados Unidos 3,4%, Argentina 9,5%, Colombia 4,0% y China 4,2%. Ello se tradujo en un deterioro de los precios relativos, determinando un aumento de la paridad cambiaria real que ronda el 30%, implicando así una pérdida de competitividad de los bienes nacionales, y un abaratamiento de los importados. Se estima, en consecuencia, una inflación alrededor del 30% para el 2012.
Los precios del petróleo podrían aumentar nuevamente este año, pero su fluctuación dependerá de muchos factores, incluyendo crecimiento económico, la crisis de Europa y eventos geopolíticos. La demanda por parte de los países emergentes podría permanecer sólido y hay varios riesgos por parte del lado de la oferta por temas geopolíticos.
Ya que el 2012 se está iniciando, el principal evento a tener cuidado sobre el lado de la demanda es el desarrollo de la situación en Europa, y por el lado de la oferta eventos geopolíticos como las sanciones a Irán por parte de Estados Unidos y de Europa En el caso que continúe o se recrudezca los conflictos en el medio oriente, la economía de EEUU resurja, la OPEP frene la capacidad de uso, y la situación de la deuda soberana en Europa mejore, el sector bancario se fortalece o el empleo en EEUU comienza a crecer rápidamente, entonces el precio podría ubicarse entre los US$ 110 y US$ 115 por barril. Pero diferentes agentes aseguran que el precio se mantendría para el 2012 en niveles elevados alrededor de US$ 110 por barril. Es menester destacar que, para una óptima recuperación de las economías recesivas el barril del petróleo debería rondar en 85$, de allí la presión de varias potencias en aumentar la oferta global y las fuentes suplidoras de petróleo.
Venezuela debe cambiar el rumbo y buscar de un gran acuerdo político nacional entre los trabajadores, el sector privado y el sector público, para implementar un gran programa de desarrollo económico que restablezca las bases legales e institucionales de la nación, a objeto de poder crear las condiciones necesarias de nuevas formas de generar riqueza y romper definitivamente con el esquemas rentístico como único generador de bienestar , en donde el papel del Estado permita, el espacio político y económico posible, sin que éste renuncie a sus formas legítimas de intervención para proteger los intereses estratégicos de la nación.