Brexit: más allá de las tensiones

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Procesos administrativos y gerencia

Reino Unido debe hacer ahora frente a las incesantes demandas para acelerar su salida.

Los británicos han votado a favor de salirse de la Unión Europea (UE), de acuerdo a los resultados finales que le dieron el triunfo al brexit por 52% contra 48% por la permanencia. Significa que en los próximos meses líderes de Gran Bretaña y de Europa negociarán los términos para la salida.

Esta es la primera vez que un país miembro de la UE abandona esta unión política y económica, por lo que los mecanismos para ejecutar la medida por el momento, no son muy claros ni definidos. Tras este referendo, se esconden antiguas y nuevas tensiones: el recelo por la burocracia de Bruselas, el control de la inmigración, la defensa de la soberanía nacional, el orgullo por un carácter británico insular y diferenciado del resto de Europa y los retos de seguridad. El Reino Unido debe hacer ahora frente a las incesantes demandas de la UE para acelerar su salida, que deberá ser gestionada por el sucesor del actual primer ministro, David Cameron.

Los resultados de la salida del Reino Unido ya afectaron su economía con una caída histórica de su moneda ante el dólar, lo cual, de acuerdo a los políticos que hicieron campaña a favor de abandonar el bloque europeo, dijeron beneficiaría las exportaciones del país y, por consecuencia la economía. Sin embargo, no es tan claramente predecible, ya que las consecuencias reales tomarán años en verse, de acuerdo a expertos. La inmigración también se verá afectada, entre muchas otras cosas. No obstante, este referendo es una elección general y los resultados de las diferentes áreas no cuentan, sino el número total de votos emitidos. Como se ha podido observar en el transcurso de la semana, sigue el cúmulo de incertidumbre que rodea la salida del Reino Unido de la Unión Europea, amargando la vida a los mercados, y pasando factura en especial a la libra esterlina y a los valores bancarios. Los índices europeos siguen pasándolo mal, tras el pánico que generó el brexit en los mercados. El sector bancario está afectándose hacia un alto nivel de intranquilidad. Las cotizaciones de importantes valores bancarios, inmobiliarios y de aerolíneas se desplomaron, como consecuencia del brexit. Por su lado, Wall Street inició la jornada en fuerte baja, con pérdida en el Dow Jones y el Nasdaq al iniciarse la sesión.

Similar situación en el comportamiento del mercado se podría replicar en los bloques de América Latina como es el caso de Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN). A raíz del abandono de Gran Bretaña a la UE, en Latinoamérica tendrá efectos duros en los bloques. Los estados ahora deben repensar sus objetivos económicos y políticos, ya que los polos de poder están cambiando. El brexit fue un golpe duro a la economía internacional, porque afectó a las bolsas de valores e influyó en el precio del petróleo. El brexit es la confirmación del giro político a nivel mundial, lo que representa una recomposición general del mundo. Con la salida del Reino Unido, no hay el peligro de desintegración de la Unión Europea, porque los británicos ya no financiarán a los países de la Europa de este, Portugal o Grecia, que tienen sus economías debilitadas.

Otros expertos ven menos efectos del brexit sobre América Latina, y para ellos lo mejor es observar a los flujos comerciales, tratando de diferenciar a aquellos países latinoamericanos que ya tienen acuerdos comerciales con la UE y aquellos que no. Se observa que existen acuerdos de libre comercio con la UE, en este caso México, Chile, Perú y Colombia. Con el brexit, esos acuerdos dejan de tener validez para el Reino Unido, y por lo tanto este último no tendría entonces acuerdos comerciales con ningún país latinoamericano. A corto plazo, el comercio de Gran Bretaña con esos países puede, por lo tanto, resentirse. A largo plazo, la negociación de acuerdos de país a país podría ser más sencilla que la negociación de acuerdos con la UE como bloque. Por otro lado, los países latinoamericanos pueden exigir de Gran Bretaña más concesiones que las que podrían arrancarle a la UE.

En el caso de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, la UE no tiene acuerdos de libre comercio, lo que no afectará consecuentemente las relaciones comerciales bilaterales con Gran Bretaña. Un efecto que sí tiene una eventual devaluación de la libra esterlina con respecto al dólar. Una devaluación de la libra puede abaratar las exportaciones británicas. Por otro lado, como muchos países latinoamericanos han devaluado con respecto al dólar, el efecto seguramente sería menor.

Otro aspecto importante de las relaciones comerciales entre Gran Bretaña y América Latina son los volúmenes en juego. Las relaciones comerciales de Gran Bretaña con un país con acuerdo de libre comercio con la UE (México) y uno sin él (Brasil), que son países que representan las mayores economías latinoamericanas, son muy reducidos, lo que el brexit pasaría prácticamente desapercibido, y con otros países latinoamericanos, los volúmenes de importación y exportación británicos aún son menores. La participación de Gran Bretaña en las importaciones mexicanas es de solo 0,55%, y como destino de las exportaciones mexicanas, Gran Bretaña tiene una participación aún menor de 0,44%.

La participación de Gran Bretaña en las importaciones brasileñas se sitúa en solo 1,66%, y en cuanto a las exportaciones brasileñas, Gran Bretaña tiene una participación apenas de 1,86%.

En todo caso, para prevenir interferencias en los flujos comerciales para la economía británica, el Reino Unido deberá negociar acuerdos con la UE y con países no pertenecientes a la UE. Esas negociaciones tendrán prioridad para Gran Bretaña, pues más de la mitad del comercio británico tiene lugar actualmente con la UE y el comercio con otros 60 países está regulado por acuerdos realizados a través de la ésta. El comercio de Gran Bretaña con América Latina es aún bajo y ello puede representar una oportunidad para visibilizar más los potenciales de nuestra región.

Moisés Bittán
@moisesbittan
Director de Finantop