Caricom: un esquema eficiente de integración regional

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Los acuerdos con los socios se han multiplicado en diversos ámbitos.

La Comunidad del Caribe y Mercado Común del Caribe (Caricom) fue establecida por el Tratado de Chaguaramas, firmado por Barbados, Jamaica, Guyana y Trinidad y Tobago y entró en vigor el 1 de agosto de 1973. Posteriormente se unieron otros países y territorios. Todos sus integrantes tuvieron la intención de unir sus economías y darles una presencia conjunta en la esfera internacional. Hoy día lo integran 15 miembros plenos, siendo 14 de ellos Estados independientes y uno dependiente, (Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Surinam, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Montserrat, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, y Haití); 5 miembros asociados, todos dependientes (Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, e Islas Vírgenes Británicas); y 7 miembros observadores, de las cuales 4 son Estados independientes y 3 son dependientes (Aruba, Colombia, Curazao, México, Puerto Rico, Saint Martin y Venezuela). Varios de estos países son igualmente de la Mancomunidad de Naciones Commonwhealth lo cual es producto de su pasado colonial británico y su cosmovisión económica.

Sus objetivos, principalmente se resume en el establecimiento de un mercado común, con el propósito de impulsar la mayor integración. Busca lograr fortalezas comunes entre los países que mejoren su calidad de vida y el desarrollo sostenido para posicionarlos de manera más atractiva en materia de competencia internacional. Se puede agregar también el estrechar las relaciones políticas y económicas entre sus miembros, así como promover la cooperación educacional, cultural e industrial entre los países de la comunidad.

Históricamente, la Caricom se ha caracterizado por ser uno de los esquemas de integración más dinámicos de América Latina, en las décadas recientes, el comercio intraregional se mantenido en un nivel elevado. Sin embargo, es importante destacar que el comercio intraregional de bienes en la Caricom, se encuentra concentrado por unas pocas naciones, fundamentalmente, Trinidad & Tobago, quien ha concentrado más de 75% del comercio intraregional, el componente manufacturado de su comercio intraregional está representada en sus exportaciones de combustibles, lubricantes, químicos y otros productos relacionados con la industria petrolera.

Se destaca que las políticas comerciales de los países del área se han orientado hacia los mercados extraregionales, como motor principal del comercio en los últimos años. Esto ha devenido en un incremento en la internacionalización de su esquema de integración económica, pues ha reforzado los determinantes externos del crecimiento, el comercio y la inversión regional. La proliferación y la negociación de acuerdos comerciales de diversa naturaleza con socios externos, ha multiplicado, aceleradamente, las interacciones entre los diversos ámbitos de negociación comercial (subregional, intraregional, extraregional, multilateral, entre otros), enriqueciendo así su novedoso modelo integrador.

Venezuela tuvo acercamiento con la Caricom con la firma del Acuerdo sobre Comercio e Inversiones, suscrito en Caracas en 1992, con objetivos de promover el libre comercio con Caricom, mediante libre acceso al mercado venezolano; estimular las inversiones orientadas a aprovechar los mercados de las partes; facilitar la creación y operación de empresas mixtas regionales; y por último, apoyar mecanismos para la promoción y protección de inversiones. La reducción o liberalización arancelaria corresponde a productos provenientes del Caribe que ingresen a Venezuela, pero lamentablemente sin la misma reciprocidad. En el 2005 se estableció relaciones entre varios estados de la Caricom, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (Alba) y Petrocaribe promovidas por Venezuela. En la práctica, la cooperación en el Alba se ha basado en: 1) financiamiento concesional para alivio al costo de importación de energía para empresas públicas, infraestructura física y social; 2) apoyo para proyectos en educación y salud que beneficien directamente a personas de bajos recursos, y 3) Transferencia de un componente político-ideológico por conducto de subsidios, fondos no reembolsables y concesiones económicas.

Desde el 2014 se acordó la creación de una zona económica entre Petrocaribe, el Alba -TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos), Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Caricom, con la idea de avanzar en la integración. Sin embargo, los reclamos territoriales entre Venezuela y Guyana, la caída de los precios del petróleo, el acercamiento de las relaciones comerciales de Caricom con EEUU para acceder a productos, servicios, inversiones y fuentes energéticas, los problemas internos de Venezuela suscitados en los años recientes: estancamiento de la producción petrolera, problemas de desabastecimiento industrial y logísticos, han incidido en la reducción de las relaciones comerciales con esta comunidad de estados caribeños.

Caricom debe aprovechar el contexto de crecimiento para impulsar políticas regionales destinadas transformar la estructura productiva, ampliar la oferta de los servicios turísticos, desarrollar otros sectores desde una perspectiva regional, lograr adecuados encadenamientos productivos con otros sectores y priorizar la diversificación. Asimismo, dada la dependencia del financiamiento externo, la región tiene el reto de implementar políticas que estimulen el ahorro y la inversión intraregionales, dirigida esta última hacia sectores priorizados de interés común. El Banco de Desarrollo del Caribe debe jugar un papel más activo en el fortalecimiento financiero que necesita la región.

Este bloque regional ha sido el más eficiente en término de intercambio intrarregional per capita en contraste con los existen en centro y suramérica; no cabe duda que su armonización institucional y su vocación integracionista ha sido determinante para ello.

Moisés Bittán
@moisesbittan
Director de Finantop