Medellín, innovación colombiana para el mundo
Changing Guard: Venezuela demands the new Maduro presidency to boost the economy
De acuerdo con las hipótesis fundamentales establecidas por A. W. Phillips, se afirma que la tasa de crecimiento de los salarios nominales depende de la tasa de desempleo de una forma decreciente y convexa respeto al origen, y la tasa de crecimiento de los salarios nominales depende de la tasa de variación de la tasa de desempleo.
En definitiva, al combatir la inflación enfriando la economía, el desempleo aumenta, mientras si se quiere luchar contra el desempleo relanzando la economía, habrá que aceptar un crecimiento de la inflación.
En ocasiones, la tasa de desempleo crece simultáneamente con la inflación, originando estanflación o inflación con estancamiento lo que causa una inestabilidad de la curva de Phillips.
En cuanto a la hipótesis de la tasa de desempleo natural, si una política expansiva sólo consigue reducir la tasa de desempleo temporalmente, la única forma de mantener la tasa de desempleo por debajo de la tasa natural sería incrementando la tasa de inflación. A largo plazo, solo es relevante la tasa de desempleo natural no aceleradora de la inflación.
Al recurrir a las expectativas inflacionistas es incoherente con la racionalidad de los agentes económicos, por lo que las políticas sistemáticas de demanda no pueden afectar a ninguna variable real, incluida la tasa de desempleo.
Sin embargo, existen varios factores económicos adicionales que hacen que ambas variables se comporten atípicamente y, en tal caso, ocurre la estanflación donde ambos factores, tasa de inflación y desempleo aumenten. En nuestro caso hay que considerar una serie de elementos adicionales para verificar lo que está pasando la economía venezolana.
Todo esto, producto de la conjugación de desequilibrios macro y microeconómicos, políticos, sociales, judiciales y legislativos característicos de la economía rentista venezolana que ha menospreciado el sector secundario, especialmente el privado.
Son múltiples los motivos de la desindustrialización: 1 las políticas de promoción comercial no están acordes con la realidad industrial; 2 los acuerdos oficiales que propician la competencia desleal, creando desventajas al sector manufacturero; 3 leyes y tratados que presentan ambigüedades y en muchos casos son contradictorios entre sí ; 4 inseguridad jurídica, en especial sobre derecho de propiedad privada: recordemos que más de 1.500 empresas han sido expropiadas; 5 trámites administrativos que frenan y retardan el proceso de inversión: exceso de documentación, diversidad de organismos involucrados en los procesos; 6 indicadores macro y microeconómicos inestables, volátiles e impredecibles, que repercuten en la decisión de invertir; 7 disminución significativa del parque industrial manufacturero venezolano, afectando la conformación de circuitos empresariales complementarios necesarios para producir.
Es necesario reimpulsar la actividad manufacturera, cuyo fortalecimiento debe revertir los últimos 20 años de desinversión, que ha llevado al sector secundario a más de 60% de su capacidad a estado ocioso y a la caducidad de su plantel fabril. Adicionalmente, requiere que se libere el mercado cambiario despenalizándolo, ya que la industria venezolana no tiene capacidad para dinamizarse sin el debido relacionamiento internacional y este se hace con divisas.