Mantenerse formado e informado de las novedades que afectan a la labor es vital

En un mundo en constante cambio como el actual en el que la competitividad es cada vez mayor, es imperiosa la necesidad de un continuo reciclaje profesional. Tanto para aquellos que trabajan por cuenta ajena como para los profesionales autónomos que se deben a sus clientes, mantenerse perfectamente formado e informado de las novedades que afectan a la labor que desempeñan es vital. Para muchos, porque el sector en el que desarrollan su trabajo está en constante cambio, para otros porque ese mismo sector puede haber quedado agotado y deben reorientarse para trabajar en otro tipo de organizaciones y porque quedarse anticuado en conocimientos y métodos supone estar fuera de juego en un momento como el actual en el que las oportunidades no siempre abundan.

Hoy día, los que tienen un trabajo aparentemente estable saben perfectamente que el concepto de estabilidad cada vez es más frágil. Los que han perdido su empleo o nunca han tenido uno, a pesar de su notable formación, ven como las ofertas de trabajo escasean y cuando emerge una oferta, hay cientos de aspirantes. En un entorno como éste es de suma importancia estar capacitado para poder optar cuando aparece esa oportunidad. Esto también aplica a los que están haciendo carrera laboral internamente para optar a una promoción interna y asumir nuevas responsabilidades.

Muchos de los que, hasta hace poco tiempo, parecían tener un futuro cómodo y estable, han visto como no sólo su empresa ha desaparecido o reducido su tamaño sino que no hay trabajo para determinadas profesiones. Lo difícil no es sólo quedarse sin empleo, sino encontrarse con la dramática realidad de que no hay demanda para lo que ellos hacen. Por tanto es necesario cambiar de perfil profesional, reciclarse y aprender a realizar otras actividades.

Jóvenes con alta formación no encuentran su espacio en el mundo laboral porque no basta con tener conocimientos teóricos, sino mostrar otras aptitudes, como la iniciativa, la capacidad de aprender en un entorno práctico, el saber trabajar en equipo, lo que requiere a la persona cambiar o adaptar su hábito de formación. Otro factor importante y que también requiere reciclarse es la manera de buscar trabajo. La típica oferta de trabajo que se publicaba en la prensa escrita se va sustituyendo poco a poco por otros métodos que van desde la búsqueda de candidatos hasta el proceso de selección de los mismos. Ser ajenos a estos sistemas nos cierra los caminos a las oportunidades de expansión profesional.

En el ámbito de los profesionales autónomos: cuando el mercado se resiente y conseguir o mantener a nuestros clientes se hace difícil también hace necesario una constante actualización de conocimientos y aptitudes en los profesionales autónomos. Incluso muchos aspectos legales y técnicos que pueden afectar a nuestra actividad se modifican constantemente, lo que nos obliga a adaptarnos a ellos.

Cuando tenemos que competir con otros con perfiles similares a los nuestros en el mercado, cualquier punto en nuestra contra puede restarnos oportunidades. Y no solo en lo que respecta a la calidad de nuestro servicio, a veces hasta en la manera de prestarlo. El profesional autónomo vive de resolver los problemas de sus clientes y las maneras de solucionar esos problemas pueden variar por aspectos tecnológicos o incluso sociales.

Todo ello nos obliga, no sólo a estar al día en lo que respecta a nuestra actividad, sino que también hace que debamos reciclarnos permanentemente en todo aquello que, aun siendo ajeno a nuestra actividad, puede influir en ella.

Ante la, todavía, incierta situación económica actual, los profesionales autónomos y las empresas de consultoría se ven en la coyuntura de afrontar nuevos retos, en ofrecer nuevas respuestas a un mercado cada vez más competitivo y maduro, donde los clientes son más exigentes. Por tanto, la consultoría se ha visto obligada a desempeñar un nuevo papel caracterizado por la creación de valor, la mejora de la eficiencia, el aporte de mayores cotas de competitividad y sobre todo, el compromiso ante la obtención de resultados.

La competencia es cada vez más prominente y diversa, por lo que hoy es una ventaja competitiva el estar al día con aquellas variables o hechos que afectan a nuestra actividad laboral, con información sobre nuestro sector y con nuevas herramientas de gestión, que nos permita tener una visión más amplia en la toma de decisiones. Asimismo, la formación continua para mejorar las competencias y habilidades permite una mejor calificación de los profesionales, ésta hace alusión a toda actividad de aprendizaje que se realiza a lo largo de la vida con el objetivo de incrementar los conocimientos, capacidades y aptitudes, además de enriquecer el nivel cultural y personal.

Una guía para que sirva de orientación a aquellos profesionales afectados por la reestructuración del mercado laboral o que quieran replantearse su futuro profesional:

1 La especialización determina un buen componente ante los requerimientos de empresas u organizaciones que requieren personal con determinado perfil. 2 La certificación profesional y acreditación de aptitudes son una buena alternativa para destacar en el mercado laboral. 3 Conocer las últimas novedades tecnológicas del sector donde se desenvuelve. 4 Apostar por aprender otros idiomas. 5 Formación continua. 6 Aprender a emprender. 7 Ser activo en las redes sociales. 8 Informarse bien y estar actualizado con el sector donde se desempeña. 9 Potenciar los valores extracurriculares. !0 Incrementar el tejido de las relaciones sociales y profesionales networking.

Poco se sabe cuando puede surgir una nueva oportunidad laboral, lo ideal es fomentar, cuando la situación sea propicia, el intercambio de tarjetas de presentación personal y no darse por vencido.

El reciclaje debe entenderse como la mejor inversión para potenciar el desempeño profesional y en definitiva ser más felices y plenos.

Moisés Bittán
@moisesbittan
Director de Finantop