Panamá: el istmo que une al progreso

Reservas internacionales: inflación o crecimiento
Microcréditos: crecimiento macroeconómico y prosperidad
Panamá, con una población de poco más de 3,5 millones de habitantes, tiene una posición privilegiada en varias clasificaciones de crecimiento y desarrollo de América Latina, como el índice de desarrollo humano, siendo ubicado en el primer puesto de América Central y cuarto de América Latina.

El país está catalogado en términos absolutos, es decir, sin tener en cuenta la distribución de la riqueza, como de ingresos económicos mediano-altos.

Economía

La economía panameña responde mucho más a las necesidades del comercio internacional que a la demanda interna de su población. A pesar de lo que pudiera parecer, el Canal de Panamá no es tan influyente en su Producto Interno Bruto (PIB), dando trabajo a 1% de la población activa, y los ingresos que obtuvo el país durante el siglo XX equivalían aproximadamente a 6% del PIB.

No obstante, el peso del Canal en la economía aumentó tras el traspaso definitivo el 31 de diciembre de 1999. Y es un hecho que la actividad del comercio internacional que ha impulsado el Canal ha condicionado la economía de Panamá.

Esto es: 1) Su economía se encuentra dolarizada y carece de Banco Central. 2) Presencia de Zonas Francas, como Colón, de libre circulación de capitales y mercancías, y sin impuestos, lo que ha propiciado la instalación de gran número de empresas. 3) Panamá es de los países con la mayor flota mercante, gracias a las «banderas de conveniencia». Debido a estas circunstancias, con frecuencia Panamá fue considerado como un paraíso fiscal.

La economía panameña está muy centrada en el sector terciario, siendo el subsector comercio internacional y financiero el que se lleva más de la cuarta parte del PIB. Su sistema bancario ha sido reconocido internacionalmente como uno de los más sólidos del continente. El turismo representa una de las principales actividades del país, con énfasis en el turismo con fines de exploración comercial, playas y comercio.

A pesar de constantes crecimientos económicos, por encima de 3% anual, el sector primario aporta poco al PIB. La agricultura supone 7% del PIB y la minería, 1%. La industria y la construcción aportan alrededor de 12%.

El resto pertenece a los servicios: comercio interno, 9%; transporte y comunicaciones, 9%; Zona Libre de Colón, 7%; Canal, 6%; finanzas, 8%; administración pública, 10%, etc.
A pesar de estas cifras macroeconómicas la renta per cápita de los panameños se sitúa en torno a los $ 12.700(2010), logrando subir de niveles en pocos años su situación económica. Pudiera tener una cifra más alta, pero hay que recalcar que se trata de una economía orientada al comercio internacional, con muy poca repercusión local.

De no existir la Zona del Canal, la agricultura tendría un peso similar al que tiene en los países de su entorno. Se reproduce aquí el mismo esquema que en el resto de América Central, una agricultura solo orientada para consumo interno, con explotaciones pequeñas en las que se cultivan ciertos cereales, tubérculos, hortalizas y frutos; y una agricultura de plantación para la exportación, con grandes explotaciones muy tecnificadas, en la que predominan el banano, la caña de azúcar, el café, el cacao, el tabaco y otros menores.

La ganadería también tiene cierta importancia, pero lo más característico es la pesca, cuya producción es capaz de exportar.

La industria es ciertamente escasa, y se centra en el subsector agroalimentario, y la industria petroquímica que, instalada en Colón, exporta derivados del petróleo. Otras industrias importantes son la química, la de textiles, los electrodomésticos, muebles, etc., muchas de ellas de capital multinacional instaladas en la Zona del Canal.

Panamá debe de importar buena parte de su energía. Solo produce, por lo pronto, energía por medios hidroeléctricos, gracias a la abundancia de lluvias y los grandes desniveles de sus ríos. Cuenta con una completa red de electrificación que cubre todo el país, un sofisticado sistema de telecomunicaciones que incluye entre otros telefonía celular, télex y cable. El agua es en gran medida potable, calificada como una de las más puras del mundo pudiéndose en muchos lugares tomar directamente del grifo.

Sin embargo, las vías de comunicaciones son deficientes. Dos son los ejes principales, el ferrocarril y carretera de Colón a la ciudad de Panamá que une Caribe y Pacífico, y la carretera Panamericana que cruza de este a oeste.

El resto de las comunicaciones es deficiente. En tal sentido, diversas autoridades gubernamentales están considerando en los presupuestos de la nación los fondos necesarios para dar continuidad a los proyectos de infraestructura. Esto incluye además de la necesidad de construir nuevas líneas de distribución de agua potable, la reparación, mejora y mantenimiento de las líneas existentes, a través de programas de mantenimiento.

Recientes descubrimientos ubican yacimientos de petróleo en cuatro lugares del istmo y se ha recomendado que este mismo año se haga el proceso de licitación en bloque para esa zona, para poder explotar este importante recurso. A pesar de esto, Panamá debe importar cerca de 90.000 barriles diarios de crudo.

El Canal de Panamá

El Canal de Panamá, con su estratégica ubicación en el punto más angosto entre el océano Atlántico y el océano Pacífico, ha tenido un efecto de amplias proyecciones sobre los adelantos económicos y comerciales durante casi todo el presente siglo. Ha contribuido significativamente al progreso mundial y se enaltece como un logro de ingeniería excepcional, ya que proporciona una vía de tránsito corta y relativamente barata entre estos dos grandes océanos, influenciando considerablemente sobre los patrones del comercio mundial e impulsando también el crecimiento en los países desarrollados.

Panamá goza de una red de instituciones y un marco jurídico estable que, como lo hace el canal, une muchas culturas e intereses en este istmo singular. No en vano también ha atraído a tantos inmigrantes.