Fedecámaras advierte que Ley de de Precios Justos condena al fracaso a la economía
Advierten que se pretende acelerar estatización de la economía
El Mundo
Por Moisés Bittán
Hace pocos días culminó la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con la presencia de más de treinta mandatarios de diversos países de la región. Diversos países y culturas se reúnen en Caracas para cerrar un esfuerzo diplomático y viejo anhelo de muchos países de la región. Como mecanismo de integración y concertación política regional, su objetivo es fomentar la integración regional, impulsar la agenda latinoamericana y caribeña en foros globales y fortalecer la cooperación.
Dentro de las líneas de acción de la comunidad se encuentran el fortalecimiento de la integración regional, la cooperación entre sus integrantes y el rechazo a los golpes de estado.
La economía latinoamericana actualmente ha estado experimentando un gran crecimiento y muy posiblemente lo hará aún más con la unificación de bancos, empresas multinacionales, servicios, industrias, etc. Lo que traerá consigo un aumento del consumo por parte de los latinoamericanos elevando así la calidad de vida en la mayoría de sus países. Sin embargo, se deberá hacer un esfuerzo para rescatar alrededor de un tercio de la población que vive bajo condiciones de pobreza en la región.
En los últimos años se han producido grandes avances a nivel político, económico y social, produciendo un desarrollo acelerado en prácticamente todos sus países. La región tiene acceso a créditos menor en comparación con otras regiones, sin embargo, tiene un sistema financiero estable, con bancos relativamente pequeños, pero bien saneados.
La crisis económica de Estados Unidos y Europa recién golpeó a Latinoamérica a finales de 2008, pues ha habido una disminución del comercio mundial y una disminución de los flujos de capital. La región se contrajo 1.9 % en 2009, posteriormente hubo un alza en el 2010, siendo una de las regiones de mayor crecimiento en el mundo. Además, varios organismos multilaterales invertirían en la región (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento, Etc.) en proyectos de infraestructura, programas sociales y créditos comerciales, entre otros usos.
Integración económica
El mayor acuerdo o bloque comercial de la región es el UNASUR conformado por el MERCOSUR y el CAN, se intenta la integración económica a nivel continental a través de la ALADI y el SELA. México forma parte del TLCAN con los Estados Unidos y Canadá. Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana tienen vigente un tratado de libre comercio con los Estados Unidos (DR-CAFTA), y otros tratados con Canadá y México a través del CARICOM. Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela tienen su propio bloque, el ALBA. En Sudamérica está el MERCOSUR, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, con Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela como miembros asociados; Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú conforman la Comunidad Andina de Naciones, de la que los países vecinos son miembros asociados y recientemente Chile, Colombia, México y Perú firmaron el Acuerdo del Pacífico que conformará un área de integración profunda entre los países integrantes que buscará conquistar el mercado de asiático.
Fuera del ámbito continental, Argentina, Brasil y México son los únicos países de la región que forman parte del Grupo de los Veinte; mientras que Chile, México y Perú forman parte de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico). Por último, Chile y México forman parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
La CELAC, de momento, complementará el trabajo de otras alianzas regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), pese a las propuestas de Ecuador y Venezuela a favor de que, con el tiempo, esta nueva comunidad desplace al sistema interamericano, no contando con el apoyo sobre esta propuesta por la mayoría de los demás mandatarios, ya que la idea central de la gran mayoría de las naciones no se suplantar a ningún otro ente multilateral en el continente.
En el marco de dicho evento, nuestro país estableció 34 convenios bilaterales a través de cartas de intención con los países Argentina, Brasil, México y Uruguay, Ciertamente para cubrir las necesidades de Venezuela pero dándole preeminencia a empresas extranjeras en algunos casos compitiendo deslealmente con las nacionales las cuales han sido deliberadamente marginadas, como en el sector de alimentos, vivienda, automotriz y la formación de empresas mixtas manteniendo el patrón de exclusión de las empresas privadas nacionales. Estos acuerdos bilaterales, aunque nos unen con otros países integrantes de la CELAC, acentúan la dependencia que tiene nuestro país de las importaciones.
La cumbre ciertamente tuvo aspectos positivos que trascienden a las coyunturas del país anfitrión, pues se indujo el fortalecimiento de diversos lazos entre los países de la región, contribuyendo así, entre otras cosas, a impulsar el aún débil comercio intrarregional que no supera un quinto de las exportaciones totales. De cara a nuestro país, debemos desarrollar políticas claras que incentiven la manufactura y los servicios nacionales. Requerimos de una economía fuerte y diversificada, con unas políticas coordinadas entre el sector público y privado, que trabajen en conjunto, que prospere la inversión para la creación de más empleo. Esta cumbre ha despertado el interés en el escenario internacional, especialmente de aquellos países como China y Estados Unidos que acaparan alrededor de dos tercios de las exportaciones totales de los países de la CELAC.
Esta incipiente iniciativa debería contribuir con la generación de más empleos y libertades para el país, atrayendo más inversión a mediano plazo, pero debe aprovecharse la atención de la nueva comunidad para generar las políticas públicas inclusivas y eficaces tendientes a recuperar la competitividad de nuestro alicaído sector empresarial.