El Mundo

Por Moisés Bittán

El crecimiento industrial de Ecuador, sin lugar a dudas, uno de los pilares fundamentales de su desarrollo. Sin embargo, la competitividad en ese sector del país andino ha estado permanentemente expuesta a factores limitantes como: contracción de la economía local durante varios años de crisis; inadecuada distribución del ingreso que resta capacidad y tamaño al mercado interno, por un lado y por otro, incentivación de importación de bienes de consumo, y dependencia tecnológica de lenta innovación que afecta a la productividad. Pese a estos problemas, el sector industrial ha logrado expandirse durante  nueve años que va de la presente década (excepto el año 2009, el cual hubo una contracción del sector) y contribuyó, desde años anteriores, a la diversificación y aumento de las exportaciones nacionales. Las proyecciones macroeconómicas del Ministerio Coordinador de la Política Económica, conjuntamente con el Banco Central de Ecuador, asignan a la industria manufacturera una perspectiva de crecimiento real de 3,6% para el año 2010.

El periodo agroindustrial del país andino, luego de alcanzar su independencia, se caracterizaría por la utilización de las ventajas comparativas con la especialización en la producción de bienes agrícolas primarios bajo la utilización de modalidades precarias de explotación de la fuerza de trabajo indígena en las formas ya conocidas obrajes, mitas y encomiendas.

Los lineamientos recomendados por la Comisión de Estudios Económicos para América Latina CEPAL permitió al país, basado en la producción bananera, a emprender un débil proceso de industrialización con el Modelo de Industrialización Sustitutiva de Importaciones, buscando eliminar la importación de bienes de consumo e intermedios y erradicar el modelo Agroexportador de productos primarios que, desde la independencia ha venido manteniendo; de tal manera forzar en lo posible la modernización de su economía a través de la demanda interna para que sea ésta la generadora de una alta capacidad de empleo y valor agregado.

El Modelo de Industrialización Sustitutiva de Importaciones se basó en que, para alcanzar su desarrollo había que lograr un crecimiento económico sostenido, para lo cual la política del gobierno debía centrar su acción en los sectores de alta productividad como era el caso del sector industrial.

Ecuador presentó en su economía desequilibrios intersectoriales y regionales con el proceso de su industrialización con el petróleo a partir de los años 70, provocando un grave distanciamiento entre el sector industrial y el agrícola. Esto conllevó al país a presentar un rápido crecimiento industrial pero un crecimiento por debajo a la tasa poblacional en el sector agrícola.

El proteccionismo estatal durante los inicios de los años 80 hizo que su estructura industrial fuese poco competitiva y desintegrada, no permitiendo el desarrollo del mercado y a su vez los empresarios se despreocuparon en mejorar la productividad y competitividad; con esta iniciativa el país pasó de ser una economía agraria transformándose a una economía urbano industrial; asimismo, el desarrollo industrial originó un desarrollo tecnológico imitativo, legándolo a los países centros el papel dinamizador de la tecnología al permitírseles el libre ingreso a los sectores de avanzada.

Como otros países de la región, Ecuador sufrió los embates de la crisis financiera sin precedentes, producto de excesivas liberalizaciones y controles débiles, la que afectó directamente al aparato productivo, industrial, servicios y extractor de materias primas.

El sector manufacturero

Se ha podido apreciar que el sector manufacturero está menos expuesto a los shocks externos, cambios de precios en mercados internacionales o condiciones climáticas. Al contrario de las exportaciones de productos primarios que enfrentan un declive de la valía comercial y que son susceptibles a la constante fluctuación de precios internacionales, las manufacturas tienen tendencias estables y crecientes en el Ecuador, permitiendo también con ello el desarrollo tecnológico y la innovación especialmente en las industrias ligeras.

Consideraciones en las políticas a aplicar para potencializar el sector industrial

Se debe hacer resaltar con gran importancia a la competitividad industrial, porque esta se justifica por sí sola, particularmente, en países como el Ecuador. La evidencia muestra que el sector manufacturero en el país es uno de los motores principales del crecimiento económico jugando así un papel clave en la transformación económica.

El éxito industrial requiere de empresas que sean capaces de crear competencias tecnológicas en productos y procesos. Esto es costoso y arriesgado, sobre todo en países en desarrollo como  el Ecuador, donde las fallas de mercado son más críticas y el marco institucional mucho más débil. A fin de crear estas capacidades industriales, el país deberá poseerlos siguientes factores:

• La existencia de un buen ambiente de negocios como prerrequisito indispensable para la competitividad industrial. La inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés son elementos importantes que afectan a la competitividad.

• · La existencia y fortaleza de los sistemas industriales nacionales, los cuales se pueden dividir en las industrias propiamente dichas y sus actores económicos a nivel micro, los sistemas de apoyo a nivel meso y la gobernabilidad industrial a nivel macro.

Ecología e Integración 

Los anteriores postulados van de la mano con la conservación del medio ambiente y en ese sentido el Ecuador lidera iniciativas que propenden conservar el medio ambiente como aquella de no explotar parte de las reservas petrolíferas de su amazonia a cambio de determinas regalías incluidas en otras operaciones sustentables. También Ecuador ha sabido desarrollar modelos de turismos innovadores que destacan su biodiversidad y fomentan la cultura de apreciación de los recursos naturales como fuente de vida y espiritualidad.

No podemos sustraernos de la relación histórica y estratégica que tenemos que con la hermana república del Ecuador, de allí que hago un llamado para que se impulse  un acuerdo de complementariedad económica al igual que se pretende hacer con  Colombia, visto el inminente cese del marco jurídico preferencial que regula nuestras relaciones producto de la total desincorporación de Venezuela ante la Comunidad Andina a partir del mes de Abril del 2011.

Tal como dijo Charles R. Darwin al quedar sorprendido por la  variedad de especies de  las Islas Galápagos: “No es el  más fuerte ni el más inteligente es que pervive en el tiempo, sino aquel que tenga mayor capacidad de adaptación”