El Mundo

Por Moisés Bittán

Trinidad y Tobago, ubicada en el mar caribe, pertenecen al continente americano y según el Fondo Monetario Internacional está catalogado como país en vías de desarrollo. Su superficie alcanza los 5.130 km2, su población ronda por un millón cuatrocientos mil habitantes y su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se aproxima a los diez mil dólares. Su economía, teniendo en cuenta sus niveles de inversión, riesgo y comercio exterior, geografía y servicios presenta un país atractivo para la inversión y el turismo. Por todo ello, es promisorio su desarrollo.

Comprenden dos islas y están situadas frente a la costa oriental de Venezuela, cerca de la frontera con Guyana: la Isla Trinidad, con cadena montañosa, lugares pantanosos, planicie y hermosas playas. La isla de Tobago es mucho más pequeña y está poco habitada, siendo buen destino para aquellos que buscan tranquilidad, playas turquesas y los amantes del  buceo. El país obtuvo su independencia del Reino Unido en 1962, es miembro de la Commonwealth pero con su propio Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.

Es menester para los venezolanos recordar que Trinidad formó parte del Virreinato de la Nueva Granada y de la Capitanía General de Venezuela, Lamentablemente a escasos ocho años del nacimiento de nuestra república, mediante el Tratado de Amiens, perdimos aquella otrora provincia genésica y separada de Guyana desde el siglo XVIII.

La situación económica de Trinidad y Tobago se ha caracterizado por un crecimiento muy alto en los últimos años del  8,90%. El futuro económico de Trinidad y Tobago muestra unas perspectivas a mediano y corto plazo positivas gracias a la actual coyuntura de elevados precios del petróleo.

El petróleo y el gas constituyen su mayor riqueza. La caída de los precios junto a la reducción de la producción, a lo largo de los años noventa, produjo una recesión económica. Sin embargo, se avecina perspectivas de mejora adicionalmente, gracias a proyectos de inversiones extranjeras. En el pasado, los ingresos obtenidos gracias al petróleo se invirtieron en la industria, especialmente en la de los plásticos y la electrónica. Trinidad adicionalmente mucho asfalto; la explotación de este mineral ha experimentado un gran aumento. El sector agrícola es muy pequeño y los principales cultivos son la caña de azúcar, el café, el cacao y los cítricos. Las islas tienen que importar la mayoría de los productos de consumo general. En contrapartida, el turismo constituye una importante entrada de divisas en el país, que pudiera ser más importante si se invirtiera más en el sector. Antes, Trinidad y Tobago tenían una de las economías mas controladas por el estado de toda la región, pero la situación cambió gracias a las recomendaciones del fondo Monetario Internacional para liberar el régimen fiscal y comercial, así como para privatizar algunas industrias estatales. La economía tiene un crecimiento prominente y un índice de inflación por debajo de los dos dígitos y una deuda externa substancialmente reducida. Trinidad y Tobago es miembro del grupo comercial caribeño CARICOM. Sus principales socios comerciales regionales son Venezuela, Jamaica, Barbados y Guyana. A estos se suman Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Brasil y Alemania.

En lo referente al sector exterior, Trinidad y Tobago se caracteriza por ser una economía muy abierta, lo cual se desprende de la importancia relativa de sus operaciones comerciales, tanto exportaciones como importaciones, respecto al Producto Interior Bruto. Las exportaciones de Trinidad y Tobago constituyen un 0,063% del total mundial y sus importaciones un 0,047%. En los últimos años el país muestra una tasa de crecimiento elevadas de las importacione así como de de sus exportaciones.

Entre sus exportaciones están: el petróleo y productos derivados de crudo, gas natural, productos químicos, productos de acero, fertilizantes, azúcar, cacao, café, cítricos y flores. Sus importaciones principales son: maquinaria, equipo de transporte, productos manufacturados y alimentos.

Con respecto al Riesgo, la estabilidad institucional de la que disfruta Trinidad y Tobago en estos momentos puede ser clasificada como moderada. Pose elevado superávit en su balanza de pagos . El riesgo de impago asociado a sus empresas está considerado como muy reducido, el cual se puede ver influenciado por el ambiente económico y político estable y crecimiento.

En el ámbito de inversión, la participación del PIB es alta, recibiendo inventarios de inversión directa extranjera equivalentes a un tercio de PIB, que coadyuva directamente a su potencial de crecimiento.

Su sector financiero está relativamente bien desarrollado y se ha convertido en un catalizador para el crecimiento económico. La influencia del Estado no es sustancial, y una amplia variedad de instrumentos de financiación están disponibles. Las regulaciones y la supervisión financieras son generalmente transparentes y tienden a mejorar, y el nivel de morosidad ha caído por debajo del 2 por ciento. La Ley de Instituciones Financieras, aprobada en 2008, se centra en la modernización del marco regulatorio de los bancos, compañías de seguros y otras instituciones financieras.

Como resultado de las inversiones en el sector educación y de salud, se ha logrado mucho progreso. Sin embargo, todavía persisten ciertos problemas en esas áreas que amerita su mayor atención. Como punto final, Trinidad y Tobago debe asumir el compromiso de reducir estructuralmente los ya controlados niveles de pobreza  y el desempleo, manteniendo el compromiso protagónico por el gobierno, comunidades locales, ONGS, el sector privado y la comunidad internacional. Gracias a su diversidad étnica y cultural aunada a correctas políticas públicas Trinidad y Tobago es un ejemplo a seguir de desarrollo sustentable con Inclusión social.

Aprovecho para desearles a mis lectores felices fiestas un próspero año 2012.